MEMORIAS ER�TICAS
 
        La d�bil luz matinal que entraba por la ventana oblig� a Christian a
abrir sus azules ojos. A�n encamorrado comenz� a recordar d�nde estaba; hab�a
tenido una larga noche. Christian comenz� a mirar a su alrededor, reconoci� el
lugar, era el cuarto de Enrique, un lugar donde ya hab�a estado muchas otras
veces antes.
         Christian volte� hacia un lado, junto a �l, en la cama, estaba su
amante: Enrique. Christian lo contempl� �vidamente, deleit�ndose con el cuerpo
que hab�a sido suyo la noche anterior: Enrique era musculoso y �gil; blanco, de
pelo casta�o y ojos oscuros, lampi�o. Christian bes� suave y tiernamente la
frente de Enrique y se levant� de la cama.
         En cuanto Christian levant� la mirada del piso contempl� su imagen
desnuda en el espejo, se acerc� para ver aquel bello joven que lo miraba desde
el cristal plateado. No era mal parecido, ten�a el pecho ancho y las caderas
estrechas, sus m�sculos marcados resaltaban con las sombras de la habitaci�n.
Una suave vellosidad le cubr�a el pecho y el abdomen. Su rostro era una perfecta
amalgama entre la ternura de un ni�o y la pasi�n animal de un hombre, sus bellos
ojos azules le brindaban la sensual atracci�n de un depredador. Sus manos
recorrieron la suave piel, Christian disfrutaba el momento, sobre todo cuando
lleg� a donde estaba su mejor arma, un miembro de 25 cms, ahora en estado de
flacidez, estaba coronado por una rojiza y enorme cabeza que resaltaba del
tronco, rodeado de una suave y acolchada capa de vello oscuro; sus test�culos
colgaban suave y largamente, lampi�os y exquisitos.
         Mientras Christian recorr�a su cuerpo, su memoria comenz� a trabajar,
comenz� a recordar c�mo hab�a empezado todo, c�mo hab�a hecho suyo a su primer
hombre.
         Hab�a sido un d�a pesado, y Christian ya estaba algo desesperado, pues
sab�a que faltaba poco para la clase de educaci�n f�sica; a Christian le
encantaba esta clase, pues pod�a ver a sus compa�eros en ajustados shorts y
camisetas sin mangas.
         Mientras Christian se deleitaba con su recorrido visual, not� a
alguien de muy buen ver: era un muchacho de �ltimo a�o, tendr�a 18 a�os, era
alto, bastante fornido, de piel api�onada y bellos ojos verdes; ten�a el cabello
corto y muy claro, adem�s sus piernas, brazos y pecho estaban cubiertos de vello
casta�o que parec�a muy suave. Pero lo que m�s llam� la atenci�n de Christian
fue el culo de aquel muchacho; era un culo firme, redondo y lleno de carne,
perfectamente remarcado por el ajustad�simo short. La mente de Christian se
perdi� en un �xtasis de pensamientos calientes, hasta que por fin record� a
qui�n pertenec�a ese suculento trasero: a Mike.
         Mike era un muchacho muy popular, regiomontano, carism�tico y
adinerado; pero lo que lo hace a�n m�s popular era su costumbre de siempre usar
pantalones de mezclilla muy ajustados que marcaban a la perfecci�n su culo.
Mientras Christian recordaba esto, tuvo la sensaci�n de que lo miraban; y
saliendo de sus pensamientos busc� la molesta mirada, y cuando la descubri� se
qued� helado: Era Mike, sus verdes ojos se hab�an clavado en Christian con una
expresi�n de deseo incre�blemente intensa. Christian se ruboriz� y le dio la
espalda, pero ese suceso fue s�lo el principio. Christian pas� el resto de la
clase en un bochorno total, pues constantemente sent�a la mirada de Mike.
         Pasado un rato, la clase termin� y todos fueron a las regaderas;
Christian, como siempre, se qued� al �ltimo para evitar situaciones
comprometedoras.
         Los vestidores estaban vac�os cuando Christian entr�. R�pidamente se
dio un regaderazo y sali� a vestirse con una toalla en la cintura, cuando entr�
a los vestidores se encontr� con Mike; Christian se abochorn� nuevamente e
intent� evadirlo, pero Mike logr� acorralarlo. Mike se puso frente a Christian,
muy cerca y mir�ndolo a los ojos.
         - Me di cuenta de que me estabas viendo - Exclam� Mike.
        - Yo... Disculpa, no volver� a... - Balbuce� Christian.
        - Tranquilo - Interrumpi� Mike - Christian, te gusto �verdad?
         Ante esta pregunta, Christian se abochorn� todav�a m�s e intent� huir,
pero Mike lo tom� por el brazo impidiendo que se fuera, mientras que con su otra
mano acariciaba el pecho desnudo de Christian.
         - T� me gustas a m�, Christian... - dijo s�bitamente Mike .
         Christian no sab�a qu� decir o hacer, sent�a que la excitaci�n y el
miedo le invad�an el cuerpo haci�ndolo temblar y paralizarse al mismo tiempo.
         - Tranquilo... - Exclam� Mike con un tono sensual - No va a pasar nada
si t� no quieres.
         Mientras dec�a esto, la mano de Mike se pos� sobre el bulto de
Christian. Mike solt� una exclamaci�n de sorpresa al notar las dimensiones poco
comunes que el miembro de Christian pose�a. Christian por su parte, asustado,
levant� sus azules ojos s�lo para encontrar la verde y delirante mirada de Mike.
Ambos se quedaron mirando, en silencio, dejando que sus mutuos deseos afloraran.
De improvisto la voz de Mike irrumpi� el silencio:
         - S� que te gusto, Christian, no tengas miedo... - y mientras dec�a
esto, se acerc� a Christian casi hasta besarlo - Te propongo algo, te invito a
mi casa; podemos charlar m�s a gusto ah�.
         Christian cerr� los ojos, s�lo pod�a sentir el tibio aliento de Mike
sobre su rostro. Nuevamente se hizo el silencio, Mike se separ� de Christian y
comenz� a caminar hacia la salida; y mientras Christian abr�a los ojos e
intentaba calmarse volvi� a escuchar la voz de Mike:
         - Te espero alrededor de las 5.
         El silencio llen� los vestidores nuevamente, y Christian se qued� ah�,
s�lo con sus dudas.
         La cabeza de Christian dio vueltas toda la tarde, simplemente no sab�a
qu� hacer, por un lado lo dominaba el miedo, miedo a lo que pasar�a despu�s. Y
por otro lado estaba lleno de una excitaci�n como nunca antes hab�a sentido. Fue
gracias a la excitaci�n, que termin� frente a la casa de Mike. Eran las 4:30,
as� que dud� un poco en tocar, pero finalmente se decidi�.
         Mike abri� la puerta, y cuando Christian lo vio se ruboriz�
inmediatamente (este ni�o tiene complejo de sem�foro). Mike s�lo llevaba unas
bermudas grises de algod�n y unos tenis. Mike, a diferencia del sorprendido
Christian, sonr�o y tomando a su invitado por el hombro lo invit� a pasar.
         - Perd�n por las fachas - Se disculp� Mike - Es que estaba ba�ando a
mi perro.
         Mientras hablaba, Mike condujo a Christian por la casa llev�ndolo a
una espaciosa y c�moda sala.
        - �Quieres un refresco? - Pregunt� Mike.
        - S�... gracias - Respondi� Christian, todav�a algo aturdido.
          Mientras Mike iba a la cocina, Christian contempl� la casa, era
grande y muy acogedora; pero se sent�a un ambiente solitario en ella. Cuando
Mike volvi� con los refrescos la pl�tica continu�.
          - No te esperaba tan temprano, por eso no me dio tiempo de cambiarme
- Explic� Mike.
        - �No te disculpes! - Respondi� Christian apenado - Al contrario, yo
soy quien deber�a disculparme...
          Mientras Christian hablaba, un enorme perro alaska entr� a la sala y
se lanz� hacia Christian; Mike asustado intent� detenerlo, pero fue en vano,
pues el perro cay� sobre Christian y comenz� a lamerle la cara amistosamente.
          - �Le simpatizaste a Terry! - Exclam� Mike algo sorprendido - Nunca
se comporta as� con los extra�os, debe haber visto lo mismo que yo vi en ti.
          Christian not� un dejo de soledad en la voz de Mike; levantando su
mirada, contempl� el rostro de su anfitri�n, se ve�a triste y solitario.
          - �Vives solo? - Pregunt� Christian compadecido.
        - S� - Respondi� Mike pensativo - Mis padres no viven conmigo y casi no
los veo. Terry es mi �nica compa��a.
        - �Me dejas ayudarte a ba�arlo? - Exclam� Christian con una sonrisa.
          Mike asinti�. A partir de ese momento la tensi�n se disolvi�, y
comenzaron a tratarse como si fueran viejos amigos; no s�lo eso, la atracci�n
comenz� a mostrarse sin m�scaras. Christian, al fin pudo aceptar que se sent�a
atra�do por Mike, de igual manera que comenz� a aceptar lo que estaba por
suceder.
          Ambos salieron al patio. La tarde era agradable y el sol brindaba una
tibieza muy especial. Antes de comenzar a ba�ar a Terry, Christian se quit� la
playera qued�ndose s�lo con una camiseta negra que defin�a muy bien su torso.
Mike al ver a Christian as�, s�lo sonri�.
          Mientras ba�aban a Terry, el perro de Mike, las caricias e
insinuaciones se hicieron cada vez m�s descaradas. Su excitaci�n estaba al
l�mite, y el ambiente se hab�a llenado de una tensi�n sexual incre�blemente
fuerte.
          Fue Mike quien hizo el primer avance. Ambos estaban hincados en el
piso, Mike se acerc� lentamente, hasta ponerse frente a Christian e intent�
besarlo; Christian se asust� por un momento y se levant� r�pidamente, Mike
tambi�n se levant� y mirando a Christian a los ojos le dijo con suavidad:
          - Christian... Te deseo, quiero que me hagas compa��a... Quiero que
me hagas tuyo.
          Y mientras dec�a esto, tom� una de las manos de Christian y la puso
sobre su pecho. Christian, por su parte, comenz� a dejarse llevar por lo que
sent�a; y el contacto de la piel de Mike lo termin� de convencer.
          La mano de Christian comenz� a recorrer el pecho desnudo de Mike,
sintiendo y disfrutando de cada pliegue de la piel, de cada contorno de los
m�sculos, de cada caricia de su suave vello. Lentamente se acercaron, y
eliminando cualquier asomo de duda o miedo unieron sus labios en un intenso y
pasional beso. Christian pudo sentir la caliente, h�meda y fuerte lengua de Mike
invadiendo su boca e imit�ndolo comenz� a jugar, ambas lenguas se frotaban como
anticipando lo que sus cuerpos har�an despu�s.
          Mike por fin hab�a conseguido su objetivo, Christian estaba en sus
manos y no lo dejar�a escapar, con �l aliviar�a su soledad y la necesidad de una
buena verga que alguien le hab�a dejado hac�a tiempo atr�s. Mientras se besaban,
Mike peg� totalmente su cuerpo al de Christian y le quit� la camiseta con algo
de dificultad. Las manos de Mike comenzaron a recorrer nuevamente el pecho de
Christian, era un pecho firme y suave, cubierto de un suave y naciente vello que
lo hac�a m�s apetitoso a�n, el vientre de Christian, marcado y firme, lo volv�a
un bocado m�s deseable. Mike estaba enloquecido, le pertenecer�a a un hombre
como ning�n otro.
          El momento hab�a parecido una eternidad para Christian, ahora el
contacto piel a piel era mayor y m�s excitante, pues ambos estaban cubiertos de
una fina capa de sudor, por lo cual sus cuerpos resbalaban con una sensualidad
muy intensa. De igual manera el enervante y masculino aroma de la piel de Mike
le produjo una excitaci�n sin parang�n. Cada respiraci�n, cada latido, cada
pulsaci�n de sangre hac�a el momento m�s excitante y m�s eterno para ambos.
          Christian, al l�mite del �xtasis, meti� sus manos en las bermudas de
Mike buscando sus preciadas y deseadas nalgas; las encontr�, le pertenec�an,
Mike mismo le pertenec�a. Al darse cuenta de esto apret� a�n m�s a Mike contra
s� mismo, como queri�ndolo meter dentro de su alma. Mike pudo sentir lo mismo, y
respondi� igual que Christian, s�lo que �l busc� el pedazo de carne que le
brindar�a placer y satisfacci�n. Al igual que Christian lo encontr�,
sorprendi�ndose de su incre�ble dimensi�n, y lo apret�, produci�ndole a
Christian una inmediata erecci�n.
          El momento hab�a llegado, ambos separaron sus labios y se
contemplaron un momento para guardar esa sensaci�n en su alma. Mike bes� los
labios de Christian y comenz� a bajar; Christian sinti� esos suaves y tibios
labios, esa h�meda y excitante lengua en su cuello, en su pecho, en sus axilas,
en sus pezones, en su abdomen y ombligo; y cuando llegaron al l�mite que marcaba
el pantal�n se detuvieron.
          Mike le dirigi� una mirada ardiente a Christian, �l la correspondi�
con una sonrisa. Mike comenz� a abrir apresurada y nerviosamente el pantal�n de
Christian. El excitado muchacho comenz� a ayudar mientras su pene crec�a todav�a
mas. Finalmente el pene de Christian se liber�, Mike lo mir� extasiado, era un
miembro grueso, dotado de una cabeza grande y roja, las venas se marcaban
visiblemente, pero fue el tama�o lo que impresion� a Mike, la poderosa arma de
carne de Christian med�a 25 cms, y estaba en toda su gloria. Mike se acerc� y la
olisque� por un segundo, acerc� su mejilla y comenz� a pasear el miembro de
Christian por su cara, llen�ndose de cristalinos jugos. Finalmente, tom�ndola
por la base, la introdujo lentamente en su boca ante la mirada asombrada de
Christian.
          Para Christian, aquella mamada era la experiencia m�s placentera que
jam�s hab�a tenido, una c�lida y placentera sensaci�n lo invadi� de pies a
cabeza haci�ndolo rendirse al inmenso placer que Mike le daba.
          Mike hac�a lo que pod�a para tragar semejante verga, le era imposible
devorarla toda, pero lo llenaba constantemente de saliva, lo manten�a en su boca
por un momento para despu�s liberarlo con suavidad pas�ndolo entre sus dientes,
enredaba su lengua en el tronco, y con los labios lo apretaba tanto como pod�a.
Sin duda Mike estaba gozando igual o m�s que Christian, aquel miembro era el m�s
delicioso y excitante que hubiera probado en su vida, Christian era �nico.
            Los gritos de Christian pronto comenzaron a escucharse, el chico se
retorc�a, gem�a y volv�a a gritar; simplemente se dej� llevar por el �xtasis, su
cuerpo estaba cubierto de sudor, y su verga escurr�a saliva en cantidades, ambos
estaban gozando como nunca. Mike comenz� a trabajar m�s duro, sus manos
empezaron a acariciar el suave y firme trasero de Christian, y su lengua comenz�
a jugar con las lampi�as bolas que colgaban bajo el monumental pene de
Christian, pero la excitaci�n de Christian era demasiada y no pudo controlarse
por mucho tiempo. De improviso, los gemidos de Christian se hicieron m�s roncos,
y con un fuerte grito de placer comenz� a expulsar de la punta de su pene
chorros y chorros de blanco esperma que cayeron sobre el rostro de Mike; �l, al
ver esto, se apresur� para devorar el ardiente fruto que el pene de Christian le
ofrec�a, y mordiendo con un poco de fuerza el cabez�n de Christian, logr�
engullir una buena cantidad.
          Christian se desplom� en el suelo, el placer y el esfuerzo lo hab�an
dejado agotado; sent�a su pene extra�o, en parte adolorido por la mordida de
Mike, pero curiosamente le result� muy incitante, adem�s su pene y test�culos
escurr�an la saliva de Mike, lo que le hac�a sentir un poco de fr�o al contacto
del aire vespertino. Christian deseaba descansar, pero no sab�a que ese era s�lo
el principio.
          Mike se levant� del piso, y poni�ndose de frente a Christian, se
quit� las bermudas, mostr�ndole a su nuevo juguete sus 18 cms de erecta y rubia
verga. Christian se asust� un poco al ver a Mike, no sab�a lo que pasar�a, y
mucho menos sospechaba lo excitante que resultar�a. S�bitamente Christian pudo
sentir el dulce peso de las nalgas de Mike sobre sus piernas. Mike bes� la
frente de Christian y dulcemente exclam�:
          - Te deseo, voy a dejar que me hagas tuyo... Disfr�tame Christian!
          Mike comenz� a sentarse sobre la erecta verga de Christian; usando su
saliva como lubricante, el pene del muchacho comenz� a resbalar lentamente
dentro del culo de Mike. Christian estaba pasmado; la sensaci�n hab�a comenzado
con una ligera presi�n sobre la punta de su pene, lentamente el culo de Mike se
abri� y Christian sinti� c�mo las paredes de aquel suculento trasero le daban la
bienvenida dej�ndolo entrar al punto m�s rec�ndito. Mike por su parte estaba
gozando de lo lindo, el miembro de Christian hab�a resultado aun m�s delicioso
de lo imaginado, la sensaci�n penetrante que le daba ser�a dif�cil de igualar,
as� que se dio su tiempo para poder sentir a fondo aquella penetraci�n que le
brindaba la virgen verga de Christian.
          Al cabo de unos segundos, Mike pudo sentir el suave vello p�bico de
Christian rozando sus nalgas, incre�blemente su ano hab�a podido darle
alojamiento a ese colosal miembro. Por un momento se qued� inm�vil disfrutando
de esa sensaci�n que lo llenaba, no s�lo en el sentido f�sico, sino tambi�n en
el espiritual.
          - D�jame llevar el ritmo �S�? - Dijo Mike y comenz� a moverse.
          Christian no respondi� a la petici�n de Mike, pues el �xtasis lo
ten�a mudo, y este lo llev� todav�a m�s all� cuando sinti� el apretado y tibio
culo de Mike subir y bajar en su verga. Christian comenz� a gemir todav�a m�s
fuerte que cuando se la hab�an mamado, era la locura, simplemente la sensaci�n
m�s intensa que hab�a tenido en su vida, la mente de Christian se perdi� en el
laberinto del placer carnal, y era el culo de Mike el que lo hab�a dejado a la
deriva en los caminos del placer.
          Mike, por su parte, hab�a encontrado aquello que estaba buscado hac�a
mucho tiempo: una persona que lo llenara f�sica y espiritualmente, Christian le
brindaba esto y con creces; y mientras Mike pensaba en esto, sonri� y se dej�
llevar por el placer, precipitando su orgasmo; en medio de gemidos y gritos
comenz� a eyacular chorros de blanco esperma que se estrellaron en el sudoroso
pecho de Christian.
          Mike se desplom� sobre Christian y lo abraz� fundiendo sus pieles en
un er�tico contacto. A Christian le hab�a costado trabajo reaccionar, pues
todav�a estaba atontado por la oleada de placer que Mike le hab�a brindado.
Cuando al fin se dio cuenta de lo que hab�a pasado se sinti� aun m�s excitado y
con deseos de seguir sintiendo el culo de Mike.
          - Ahora d�jame a m�, Mike � Exclam� Christian en un tono entre
agotado y excitado.
          Mike levant� el rostro y esboz� una sonrisa.
          - Estaba esperando que me lo pidieras � Fue la respuesta de Mike.
          Sin liberar el duro y gigantesco mimbro de Christian, Mike se acost�
boca arriba, Christian comprendi� y sigui� a Mike. Por un segundo se quedaron
mirando, inm�viles: Mike quer�a grabar ese momento en lo m�s profundo de su
alma, la figura de Christian sobre �l, recortada la luz del atardecer, su rostro
sudoroso y palpitante; pero m�s que nada aquella verga monstruosa dentro de �l,
llenando un espacio que alguien hab�a abandonado mucho tiempo atr�s.
          As� mismo, Christian guard� en su memoria una imagen: el rostro de
Mike: sudoroso, pero infinitamente feliz y complacido; con esta imagen en mente
comenz� a arremeter contra el culo de Mike, primero lento y suave, pero conforme
el placer aumentaba las acometidas se volv�an cada vez m�s fuertes y r�pidas,
hasta que las caderas de Christian alcanzaron un ritmo fren�tico, s�lo igualado
por los constantes gemidos de ambos muchachos.
          Aquella cogida dur� un largo rato, aunque ninguno de los dos sinti�
el pasar del tiempo, se hab�an vuelto un cuerpo que s�lo pod�a sentir placer. El
calor de la tarde comenz� a desvanecerse, y un crep�sculo dorado comenz� a
vislumbrarse al mismo tiempo que Christian extra�a su enrojecida torre de carne
y comenzaba a eyacular sobre el pecho de Mike; quien recibi� la carga gustoso...

          ...Christian abri� los ojos y vio que sus disparos de esperma se
hab�an estrellado en el espejo, su vientre se contra�a recuperando el ritmo de
la respiraci�n; el muchacho sonri� nuevamente al contemplarse al espejo.
          - As� fue como todo inici� � Pens� � no puedo creer que ya haya
pasado tanto tiempo.
        - �Vaya! Has estado ocupado �Verdad Christian? � Exclamo una voz
conocida.
          Era Enrique, actual pareja y amante de Christian. Al escuchar su voz
Christian volte� sonriente y se acerc� a la cama.
          - S�lo estaba recordando algo... � Exclam� en tono p�caro.
        - �Y por qu� no me despertaste? Me habr�a encantado ayudarte a recordar
� respondi� Enrique apartando las cobijas y mostrando su cuerpo desnudo.
        - Ese es un error que puedo corregir...
          Y mientras dec�a esto, se puso sobre enrique y lo bes�; pero en su
memoria estaba guardado, en lo m�s profundo, aquellos recuerdos que lo hab�an
hecho como era y siempre estar�a presente en su vida como una memoria er�tica.


 

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