MI PRIMO DANIEL (I)

Siempre hab�a sabido que me gustaban los ni�os, y cuando empez� a crecer mi
primo,
empec� a fijarme m�s y m�s en �l, y c�mo no, si es un ni�o con cara bonita,
morenito y
con unas nalguitas tan ricas que a cualquiera se le antojar�an. Tienen una
redondez
perfecta y paraditas.
Como les dec�a, vivimos en el estado de M�xico, y pues sabr�n los que son de
aqu� que
en este pa�s son muy comunes las reuniones con mucha familia, me encantaban
porque
en esas reuniones era cuando m�s contacto pod�a tener con mi primo, Daniel.
Una de tantas reuniones y luego de tener una infinidad de fantas�as con �l, un
d�a la familia
de mi primo tuvo que quedarse en mi casa. Despu�s de repartirse las camas que
hab�an,
que por cierto no eran muchas, quedaba mi primo Daniel sin lugar en donde dormir
y le
ofrec� compartir mi cama.
En ese entonces yo ten�a como 16 a�os y �l estaba alrededor de 14 a�os y como
les dije
al principio, empezaba a desarrollarse. El caso es que nos quedamos en mi cama y
como
s�lo acostumbramos a dormir en ropa interior imag�nense c�mo me puse. El hecho
de
tenerlo en mi cama semidesnudo me puso calent�simo y con ganas de hacerle todo
lo que
hab�a fantaseado por mucho tiempo.
Esper� a que estuviera dormido y lo empec� a acariciar, sent� su piel suavecita
y tersa,
para sus casi 15 a�os ten�a una piel a�n como de beb�. Toqu� sus nalgas, tersas,
firmes
y suaves, grandes y hermosas para su edad y mi pene empez� a erectarse de una
forma
incontenible y espectacular.
Empec� a besarlo en la cara, besos dulces y suaves, no quer�a despertarlo. No
pod�a
contener mi erecci�n y empec� a restregar mi cuerpo erecto en el suyo, las ganas
de
besarlo apasionadamente y que �l correspondiera me pon�a cada vez m�s a tope.
Fue tanta la pasi�n con la que lo acariciaba que despert�, estaba entre
sorprendido y
excitado, porque se notaba en su respiraci�n acelerada y en la semierecci�n que
palp�
con mi mano al tocarlo en el pene.
Pregunt� qu� era lo que estaba haciendo, le expliqu� que �l me gustaba y qu� era
lo
que quer�a que hici�ramos, no entend�a lo que trataba de decirle y s�lo le dije
que me
dejara hacer las cosas a m� y que si en alg�n momento no le gustaba lo que
hici�ramos,
me detendr�a y no hablar�amos del asunto nunca.
Empec� a actuar, era la primera vez de los dos y llenos de inexperiencia nos
indujimos
a las mieles del amor homosexual. Segu� acarici�ndolo como cuando dorm�a, s�lo
que
con m�s pasi�n porque ahora ya no ten�a miedo de que despertara, al principio
mostr�
rechazo pero poco a poco empez� a gustarle, m�s cuando le dije que �l pod�a
tocarme
a m� tambi�n.
Nos acariciamos de una forma apasionada como si los dos lo hubi�ramos deseado
desde hace mucho. El pene de mi primo, que alcanzar�a a lo mucho los 13 cms. se
erect�
de forma tal que pude sentirlo por encima de su ropa interior. Segu� toc�ndolo
en el pene
hasta hacer que se excitara tanto como yo, luego le quit� el calz�n para
apreciar ese
delicioso pedazo de carne que era s�lo para m� y de paso las nalguitas que
tantas
fantas�as me hab�an producido y por las cuales me hab�a masturbado infinidad de
veces.
Le empec� a mamar la verguita y lo hice sentir tan bien que empez� a gemir tan
rico
que me excit� aun m�s de lo que ya estaba, logr� que casi tuviera un orgasmo,
controlando mis succiones bucales para no dejarlo que se viniera. Le dije que le
iba
a hacer sentir lo m�s rico que alguien puede sentir en la tierra, un orgasmo.
Para ese entonces luego de mas de 15 minutos de besos, caricias y mamadas que
le estaba dando, mi verga estaba m�s que lista para penetrar ese hermoso par de
nalgas, le di la vuelta y le advert� que tal vez le doler�a; al primer contacto
de mi pene
con sus nalgas se estremeci� de forma tal que me calent� a�n mas, �l por su
parte
parec�a disfrutarlo.
Empec� a querer intentar entrar en su preciada cavidad y poco a poco empec� a
lubricarla con mis propios fluidos, hasta que logr� entrar un poquito. Al sentir
mi pene,
mi primo hizo un ruido manifestando que le dol�a, me sal� y empec� a masajear su

peque�o ano para lograr que la cavidad fuera m�s grande, �l lo disfrutaba y se
retorc�a de placer, cuando cre� que ya estaba listo lo volv� a penetrar, sinti�
dolor
pero al final termin� gust�ndole, no lo penetr� completamente porque dec�a que
le dol�a pero s� lo suficiente como para tener mi primer orgasmo dentro de unas
nalgas tan ricas como las de �l. Mi orgasmo fue rico y el primero de mi vida con

un hombre, bueno, un hombrecito, mi primito.
Como premio al orgasmo que me hab�a hecho sentir lo tom� de la cintura, le di
la vuelta y empec� a mamarle la verga, que para entonces ya estaba m�s que
erecta, hasta que logr� con mi boca hacer que sintiera el primer orgasmo de su
vida, Supe esto porque me confes� que nunca se hab�a masturbado. Me confes�
que nunca hab�a sentido algo tan rico y que quer�a volver a sentirlo.
As� que lo volv� a penetrar y luego a mam�rsela hasta que lo hice que se viniera

otras dos veces.
No cre� que le gustara lo que ten�a planeado, pero qu� bueno, �no creen?
Luego lo seguimos haciendo por alg�n tiempo muy seguido, ahora lo hacemos ya
pocas veces, �l tiene ahora 18 a�os y casi no nos vemos.

 

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