LOS HIJOS DE MI MADRINA

 Hola. Me dicen DK y vivo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. La historia que les voy a contar sucedio cuando yo tenia 10 a�os de edad. Sin dar mas vuelta voy comenzar a contarles la experiencia mas increible de mi vida. Era un domingo 16/05. Por la ma�ana fuimos con mi mama a la iglesia y, cuando volviamos a mi casa, nos encontramos con mi madrina. Ella estaba acompa�ada por sus hijos, que eran muy amigos mios: Victor (de 18), Jose (de 15) y Julian (de 13). Luego del feliz encuentro todos fuimos a mi casa. Mi madre y mi madrina hablaban de sus cosas mientras nosotros jugabamos al futbol cuando, de pronto, el balon fue a dar a un charco de agua y nos salpico. Ello nos dio la idea de ir al rio para darnos un chapuzon. Era un d�a caluroso, asi que, entusiasmados, sin decir nada a nadie, nos fuimos solos, los cuatros. En el camino Julian contaba unos chistes buenisimos haciendonos reir a carcajadas. Cuando llegamos inmediatamente nos sacamos la ropa quedando en calzoncillos . Esa tarde, entre tantos juegos, chistes y los ruidos de las motos que iban y venian, no nos dimos cuenta de que se estaba haciendo tarde y cada vez nos quedabamos mas solos. Cuando nos dimos cuenta que eramos los unicos en el rio no nos importo y despues de jugar salimos a la orilla, donde habiamos dejado nuestras pertenencias. De pronto, Victor dijo que nos iba a mostrar algo; pero que no se lo dijeramos a nadie. Todos prometimos guardar el secreto. Entonces, victor saco de su billetera una gran cantidad de calendarios pornograficos. Yo dude en mirarlos; pero me anim� cuando comprob� que todos observaban asombrados, mientras se acariciaban sus genitales. Cuando vi el primer calendario me asuste y lo bote inmediatamente, haciendo que todos se rieran de mi. Fue cuando victor se acerco y me dijo que los viera sin miedo, que no era nada raro y que era algo normal. En ese momento me abrazo y comenzo a acariciarme la espalda, hasta que julian lo interrumpio diciendole vulgarmente que estaba �arrecho�. Mientras ello ocurr�a, Jose tendi� toda la ropa en el suelo y sac� de su bolsillo un encendedor para encender una fogata, pues ya era de noche y estaba haciendo un poco de frio. Luego se acosto sobre la ropa tendida, julian se acomod� a su lado y empezo a acariciarle la cabeza bajando hasta llegar a su entrepierna hasta encontrarse con los genitales de su hermano. Asi siguieron los dos hasta sacarse los calzoncillos y quedar completamente desnudos. Pude observar c�mo ambos tenian sus cuerpos bien desarrollados. Los dos hermanos ten�an sus penes tan erectos que, al verlos, tambi�n me sent� excitado. Victor fing�a que no los miraba y, una vez m�s, comenzo a acariciarme; pero ahora recorriendo con sus manos todo mi cuerpo, aumentando a�n m�s mi excitaci�n. Yo solo miraba a julian y jose, mientras sentia los enormes brazos de victor, que una y otra vez bajaban hasta tocar mis nalgas Intent� prohibirle que siguiera; pero el estaba tan caliente que me tom� con m�s fuerza y me acaricio el cuerpo muy sensualmente hasta tocar mis peque�os genitales. Luego cogi� mis manos y las llevo hasta su miembro. No pude aguantar mas y comence a desahogar mis fren�ticos deseos. Lo abrace apasionadamante, permitiendome sentir el roce de su enorme verga, baje lentamente y comence a mamar su pene, mientras el me acariciaba intensamente. Despues me puso de cuatro y, por un buen rato, hizo que su verga recorriera mis nalgas hasta que, de pronto, me dijo que ya venia lo mejor. Agarro mi cabeza y la bajo haciendo que mi boca atrape la cabeza de su polla y me dijo que se la chupara. Obedeci y, luego de unos segundos, comenc� a saborear su semen. Victor sostuvo mi cabeza, asegur�ndose que yo tragara todo; pero, a�n as�, no pude evitar que varias gotas escaparan por las comisuras de mis labios. A mi corta edad, ni siquiera sabia lo que habia tragado. Victor me solto y dejo que me limpiara la boca, luego me abrazo y me pregunto si me habia gustado; pero yo no respondi, asi que el se fue con julian y comenzo con el otra vez. Cuando jose me vio, sin decir nada, se acomod� a mi lado, iniciando otra travesia (su verga era m�s peque�a que la de su hermano, asi que la disfrute mas). Esta vez fui yo el que comenzo. Tom� su verga y la bese suavemente, el me levanto y me bes� introduciendo su lengua en mi boca con mucha fuerza mientras, m�tuamente, nos acarici�bamos las nalgas. Desliz�ndome suavemente recorr� con mis labios cada cent�metro de su desarrollado cuerpo, empezando por sus lindo pecho, bajando hasta su ombligo, donde me detuve para disfrutarlo con calma. Continu� bajando y separ� sus piernas, haciendo que sus genitales quedaran al descubierto. Bes� sus deliciosas bolas para luego subir hasta toparme con aquella verga que no dud� en introducir a mi boca para chuparla sin descanso. Jos� me acosto boca abajo, haciendo que mi trasero quedara apuntando al cielo. No pude ver; pero senti como �l se acostaba sobre mi con total delicadeza. Penetr� mi culo con su verga, la cual met�a y sacaba, haciendome gemir de placer y, a veces, de dolor. Tras varios minutos se detuvo y senti c�mo un liquido salia escurriendo de mi trasero. La bella mano de Jose exparci� aquel exquisito y grasoso semen por todo mi cuerpo mientras yo me rend�a a tan inmenso placer. Me volco, haciendo que quedararamos frente a frente. Aprovech� para limpiar su verga con mis labios. Por supuesto, no pod�a negarme a chupar su lindo pene. Esta vez fue �l quien, luego, me acomod� para besar y lamer mi cuerpo con gran furor. Tambi�n bes�, lami� y chup� mis genitales. Su respiraci�n se aceleraba y agudizaba con cada mamada. Cuando dejo de chupar mi verga sus manos se dedicaron a acariciarme suavemente, desde mis piernas hasta las orejas. Nuestras bocas se juntaron nuevamente para dar paso a nuestras lenguas juguetonas y ansiosas. Finalmente volvimos a zambullirnos en el r�o para lavarnos y, cuando salimos, nos dimos cuenta que victor y julian nos habian dejado. A mi me dio miedo; pero rapidamente nos vestimos y nos fuimos a mi casa. Desde aquel d�a, no volv� a tener contacto gay. Victor, Jose y Julian se fueron a vivir a Argentina. De vez en cuando hablamos por telefono; pero a�n siento grandes deseos de vivir experiencias inolvidables, como la que acabo de narrar.

 

[ LISTA DE RELATOS ]

 


free hit counter