EL COMPAÑERO QUE TANTO DESEÉ

Esto sucedió en la ciudad de Roboré (Departamento de Santa Cruz - Bolivia). Mi nombre es Ricardo, tengo 22 años.
Salí Bachiller el 2000 del Colegio Marista de Roboré.
Cuando estaba en 4to medio, tuve la suerte de tener varios compañeros simpáticos; pero, de todos, uno de ellos era el que más me gustaba. Cuando pasaba por mi lado, a veces sin que él se diera cuenta, le miraba su pechito, observaba su cintura y me resultaba imposible evitar pensamientos eróticos al verle, pues me imaginaba... no sé... tener algún día ese cuerpito junto al mío.
Él se llama Cristian, un chico buenísima gente muy bondadoso, cosa que hacía que me gustara aún más. Siempre, cuando charlábamos, lo hacíamos de una manera especial. Yo trataba de darle la razón e intentaba hacer que mis charlas sean agradables para él.
Durante todo el año escolar de 4to medio siempre lo deseé (no voy a negarlo); pero, desgraciadamente, nunca tuve la oportunidad de verlo desnudo.
Me encontraba trabajando. En aquella época, aún no tenía planes de ir a vivir a Santa Cruz; pero Cristian había decidido mudarse a la ciudad, siguiendo a la mayoría de mis compañeros. Creo que fue el 1 de marzo de 2001 cuando me encontré con él y le conté que el 3 de marzo era mi cumpleaños. "Entonces celebrémoslo", me dijo Cristian y, sin pensarlo dos veces, acepté. Les aseguro 100% que en ningún momento se me pasó por la mente que algo completamente excitante me iba a pasar con él...
Le dije que vaya el día 3 a mi casa eso de las 8:30. Por un momento creí que no iría, yo ansiosamente quedé esperándolo en la puerta de mi casa, cuando de repente aparece, y me dice ¿ya estas listo para ir a tomar?, no pero enseguida me cambio le respondí, entonces lo hago y salimos nos vamos a un bar cerca de la plaza principal, allí le invité 4 cervezas, mientras conversábamos pues de una manera un poco formal, porque sus charlas de el a veces son así, bueno nos cansamos de estar en ese bar, así que nos fuimos a un Karaoke cerca de la Estación de Trenes, allí seguimos tomando mientras él deleito mis oídos con su voz, se hicieron las 2 de la mañana, ambos ya estábamos ebrios, el al menos mas que yo, entonces le digo vamos para la plazuela del Marista mientras descansamos un rato, él acepta, llegamos allá entre charla y charla, obviamente todo joven por lo general cuando esta con copas demás se excita de nada, entonces el me dice nadie me la aguanta (obviamente lo dice por las chicas) yo para provocarlo le digo acaso tienes ..... para presumir tanto, claro pues me responde, mirá vas a ver, y el momento más esperado de mi vida llega, cuando de repente se desabrocha el pantalón y saca su pichi, en ese momento de un tamaño normal, entonces eso a mi me calentó hartísimo lo mas que atiné hacer fue agarrársela y el me dijo sin mas ni mas, chupámela, a mi ganas no me faltaban pero estábamos en una plazuela un lugar público bueno a esa hora por suerte nadie había, pero obviamente yo sentía un miedo tremendo entonces le digo, que tal si mejor nos vamos para el río, era una noche de luna llena así que se podía ver biensísimo las partes oscuras, sin mas ni más, apresuradamente los dos nos fuimos para el río, ni bien llegamos para mi era un sueño tener que estar con el en ese momento, en el río, quitémonos la ropa le digo yo, ya pues me dice, el se la quita rápidamente entonces yo también lo hago, y era magnifico ver, como la luz de la luna acariciaba su cuerpo en ese momento, eso fue lo que de pronto empezó a excitarme caca vez más y más, sin esperar a que el se acerque, lo tomé por la espalda, besé su cuello, y le dije que se acueste sobre la arena, el lo hizo, entonces besé lentamente sus pectorales, bajando hasta que llegué por fin a donde tanto y tanto tiempo había deseado, entonces con ternura, pasión y mucha excitación empecé a chupar su pene, era tan delicioso sentirlo dentro de mi boca, que mientras le chupaba sentía como movía su cuerpo de placer, y eso a mi me causaba satisfacción, pero yo no quería que termine sin antes haberme penetrado, así que dejé de chupársela, me eché sobre la arena, él se encimó en mi, y me preguntó estas seguro que esto quieres?, segurísimo respondí, entonces subió mi pierna derecha a su hombro y la otra la sostuvo sobre la arena con su mano derecha, luego lentamente sentí como empezó a penetrarme, al principio obviamente sentí dolor, pero luego vino el placer, y fue una mezcla de dolor y placer ese momento, ver como el de lento pasó a penetrarme rápidamente, eso fue totalmente excitante para mi, pude ver como sentía placer al hacerlo, estuvimos por lo menos unos 10 minutos en esos poses, y era entra y sale, entra y sale, bueno al final, antes de terminar, se sentó sobre mi pecho, empezó a masturbarse, y terminó en mi cara fue entonces en ese momento, cuando me sentí complacido al fin por un sueño que creí que nunca se iba a ser realidad, luego el hecho de haber estado en el río, nos hizo pasar un poco la borrachera, ambos nos sentimos avergonzados por la situación, así que preferimos no hablar nada al respecto, después Cristian se vino a Santa Cruz, no lo ví en unos 6 meses, volvió otra vez, y fue como si nada, hasta ahora no volvimos a tocar el tema, y seguimos como buenos amigos, aunque claro, no pierdo las esperanzas de que vuelva a suceder algo por ahí, ja ja ja.
Esta ha sido la historia queridos amigos que quise compartir con ustedes, suerte con sus deseos bye.


 

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