Fotografía de José Nuñez
La Semana Cultural Lésbica-Gay de la Ciudad de México murió exactamente la terrible
noche del viernes 15 de agosto del año 2003
al morir en ese lamentable y sórdido momento, su director, fundador y alma mater,
José María Covarrubias, abandonado por todos, parásitos incluidos.
Lo conocí hace muchos años. Tantos, que en aquél tiempo
estábamos libres de epidemias y pandemias. Siempre fue noble y
emprendedor, terco y combativo. Características todas que marcaron su
personalidad para siempre. La foto que aquí te muestro fue tomada por José
Núñez y publicada en su momento por el periódico "La Jornada". Me gusta
verlo así: con el aplauso en la mano... ese aplauso que siempre buscó y
que muchas veces le fue negado por todos sus detractores. Esas mismas
víboras que ahora se alzan cobardemente para enlodar su nombre y que se
han apropiado del evento que fue la vida de José María. Pero de las
bestias de la desgracia no debo hablar más.
Aunque José María conoció bien el aplauso y lo disfrutó en sus últimos 17 años de
su vida difícil, inquieta y combativa. Activista incólume, le recuerdo yendo y viniendo a varios estados
de la República Mexicana y a veces al extranjero para luchar por los derechos de homosexuales,
tal y como lo hizo durante
los meses de junio 1991 a febrero de 1993 en Chiapas, para que fueran esclarecidos los asesinatos que se
realizaron en las cercanías de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. En ese grave problema
fueron asesinados y torturados por lo menos 13 homosexuales, la mayoría de ellos travestís. Sobre este asunto
nos dice Víctor Ronquillo: "José María Covarrubias y Jorge Fichtl, integrantes del Círculo Cultural Gay
realizaron una amplia labor solidaria y de eficaz activismo político. Denunciaron los crímenes a nivel
nacional e internacional a través de la prensa y de organismos defensores de le derechos humanos. Lograron
romper un cerco impuesto por el miedo y por ello muchos travestís declararon ante las autoridades judiciales
con el propósito del esclarecimiento de los crímenes. Demostraron a la comunidad homosexual de Chiapas que era
impostergable defender su derecho a la vida y a su opción sexual y organizaron dos marchas, en la segunda de
ellas 20 mil personas apoyaron los reclamos de justicia de los travestís.
Su presencia en la ciudad de Tuxtla
Gutiérrez salvó vidas."
[La muerte viste de rosa. Chiapas. La cacería
de los travestis. Ed. Roca. 1994. pp 110]
Si: José María tuvo el don de ayudar a muchas personas que le deben la
vida y que hoy le han olvidado. Pero fue siempre un hombre optimista rodeado
de mediocres, envidiosos y caníbales hasta el final. Cuando necesitó apoyo económico, todos huyeron. Muy pocos
entonces se le acercaron como verdaderos amigos... y más pocos todavía le
llevaron sus medicinas en sus momentos delicados. José María estuvo al
final solo, como solo luchó siempre, después de separarse de su eterna
pareja, el inconstante y travieso "flaquito" Fichtl... ambos en paz descansan.
Quedan para la sólida historia, los 17 años de su inolvidable Semana Cultural
hecha por y para homosexuales, sin los discursos pendejos que ahora
le adjudican y la aniquilan. Diecisiete años de creación homoerótica y
diversa, de mucho sudor y trabajo amoroso, con toda la neurosis que ello implicaba,
porque José María, como todo hombre inteligente, llegaba inevitablemente a
este punto. ¿Cómo no serlo si se quedaba en el vacío? ¿Cómo no serlo si no
se detenía el asedio de oportunistas e insidiosos predadores? Ahora
ya descansas, lejos de esa alarconiana turba infame. Lejos de todos los
entresijos turbios del estado letal que siempre te mantuvo en cerco. Tu
expediente del CISEN está ahora cerrado y eres un gasto menos para
el presupuesto del estado de espionaje en el que vivimos.
Pero aun ahora te recordamos los pocos dinosaurios que quedamos vivos y te
recordaremos siempre con gusto en nuestras tertulias, ante el café y el
inevitable cigarro, ante las luchas estéticas y políticas, ontológicas y
vitales. Ante esas noches de desvelo y de inmensa ternura... porque eso es
algo de lo que nunca te cansaste y que en exiguos momentos logramos
disfrutar. Te vas y dejas un hueco inmenso y esa era que representaste tan
bien se cierra y nada la continua. Al contrario, la nada la continua.
Todos fueron buenos para criticarte, pero nadie entendió las inmensas
trabas a las que te enfrentaste con tu característico coraje y templanza.
que a todos los jovenzuelos arribistas y parásitos similares, siempre impacientó.
Tu estilo queda y perdura.
Tu palabra es ancla en la memoria.
Y como ya dijeran: Genio y figura, hasta la sepultura. Por
ello, hoy, descansa, aunque se muy bien que aun ahí seguirás reclamando e
inconformándote... imponiendo tus opiniones sobre tus adjuntos... y más si
son tibios. Nunca toleraste a los tibios ni a los traidores. Por eso,
descansa, que más que merecido te lo tienes y has ganado por siempre:
Bravo!
Bravo! José María Covarrubias, combatiente activista, promotor cultural y
ser humano singular... paideícamente singular, combatiente eterno de
mediocres y lameculos..
Cedo la palabra a otro gran hombre, en su pluma y en su ingenio, en su
nobleza y en su conocimiento.
Cedo la
palabra al maestro Braulio Peralta.
TESTIMONIOS:
Publicado en el Periódico "El Independiente". Lunes 23 de
junio de 2003.
Sección: PLUMERIO
Por el maestro: BRAULIO PERALTA
La Semana Cultural Gay no existiría sin un nombre: José María Covarrubias.
Ni siquiera el Círculo Cultural Gay existiría sin él, ni el avance que
el movimiento homosexual ha tenido en los últimos 15 años, por lo
menos. Ya no importa que esa semana de cultura haya empezado en la
calle Ezequiel Montes, al finalizar los 70, cuando el grupo Sex Pol
rentaba un departamento para exposiciones privadas, tertulias
literarias, apertura de conciencias. Allí nació la primera revista gay
con intenciones culturales, no comerciales: Política Sexual. Ahí circuló un manuscrito de Novo para publicarlo por primera vez en la segunda revista del gremio: Nuestro Cuerpo, y empezaron las diferencias sobre formas de pensar y partidizar el movimiento como tal.
Después de Ezequiel Montes, hasta 1982, Hugo Patiño retoma la idea de
Sex Pol y organiza una semana cultural en la calle Nezahualcóyotl,
cerca de Salto del Agua, con la participación de, entre otros, José
Antonio Alcaraz y Tito Vasconcelos. Fue el primer evento abierto a todo
público.
Destaquemos el empecinamiento de José María Covarrubias para
rehacer, en 1984, la primer semana cultural en el Club de Periodistas,
hasta llegar al Museo Universitario del Chopo, en 1987, y de ahí hasta
hoy: las artes y las expresiones más disímbolas, locas, de un grupo
variopinto de lesbianas, travestís, transexuales y homosexuales
anónimos a los que nadie identificaría como gays si no lo declararan.
A Covarrubias se le debe más de lo que él pueda suponer.
Estigmatizado por su raza, sin duda con errores por parte suya: tirano,
intolerante, dogmático, empecinado dictador que quiere hacer las cosas
a veces con mal gusto, sí, pero el que organiza, atrae, consensúa. La
gente que empezó el movimiento no tenía más que su esfuerzo para sacar
adelante un sueño. Ahora, hay grupos que trabajan con apoyos
económicos, aunque el Círculo Cultural Gay sigue sin un verdadero
sustento legal y financiero. Así ha sido por 15 años a los ojos de la
luz pública en ese Museo del Chopo convertido en valiente bandera gay.
Se ha blasfemado de José María Covarrubias, pero ni todo es cierto
ni todo está dicho. No se dice que carece de casa propia, que vive de
prestado, que no ha obtenido becas de fundaciones, aun cuando el
Círculo Cultural Gay fue de los primeros en solidarizarse en la lucha
contra el sida y apoyar el esclarecimiento de los asesinatos contra
travestís en Chiapas. No es una lucha cualquiera, sobre todo sin
recursos y acusado de vivir a costa de los artistas. Si así fuera,
nunca más volverían a exhibirse ahí Rojo, Soriano, Toledo, Zenil, los
Castro Leñero, Irma Palacios, El Fisgón o Yolanda Andrade, por citar algunos de los exponentes no necesariamente gays.
Ganó la inquina de los grupos ante un hombre que sin duda causa ronchas
apenas intentar un diálogo con él. No en balde es el personaje
despedido de su trabajo en los años 60 por expresarse públicamente como
homosexual; no en balde, un líder de izquierda, preso del 68 pretendió
golpearlo e hizo que lo sacaran a la fuerza de un bar de su propiedad.
No en balde, pues, José María Covarrubias está solo, acompañado de poca
gente que le soporta sus groserías, aun organizando la última semana
cultural.
No suena justo ni para el movimiento ni para la semana cultural
porque hoy Covarrubias vive en el desamparo, con un argentino solidario
que lo ha dejado vivir con él sólo por un breve tiempo. ¿Cómo pedirle a
la sociedad solidaridad con esta causa y que el movimiento no se
solidarice con él, que le ha dado tanto? Hay mezquindad también en el
movimiento homosexual. ¿Por qué pedir a los demás cuando no se es capaz
de dar a sus semejantes? Covarrubias despierta envidia, coraje,
frustración, egoísmo; sí, pero ha sido motor –en cuerpo y alma– de los
últimos 15 años de vida gay pública como ningún otro personaje de la
comunidad.
Su nombre ya está en la historia de los derechos humanos por las
minorías sexuales. Felicidades, José María: no tienes becas ni apoyos,
pero vivirás más allá de quienes hicieron del movimiento su modus
vivendi.
Utilería: Olvidar la historia, dicen, nos condena a repetirla.
Fallece José María Covarrubias, destacadísimo activista GLTB de México
México D. F. 18 de
agosto de 2003 NotieSe-.
El pasado viernes [15] falleció por propia mano el activista gay José María
Covarrubias, quien desde 1986 organizaba la Semana Cultural Gay en el Museo
Universitario de El Chopo. Covarrubias fue encontrado sin vida en la
habitación de un hotel ubicado en la delegación Cuauhtémoc, donde se hospedó
el mismo viernes.
El también fundador del Círculo Cultural Gay, dejó un mensaje póstumo en el
que pedía que el reverendo Jorge Sosa, de la Iglesia de la Comunidad
Metropolitana, informara a su familia para que lo trasladaran a Nayarit, su
tierra natal.
José María Covarrubias se destacó por su lucha por la reivindicación de la
comunidad gay desde el año de 1976. Sus convicciones y lucha lo hicieron
centro de atención de innumerables manifestaciones públicas, como la
exigencia del esclarecimiento de 14 asesinatos de travestís en el estado de
Chiapas en 1993, entre muchas otras.
In memoriamJosé María Covarrubias
Fundador y
promotor de la Semana Cultural Lésbica Gay que anualmente reúne en un mismo
espacio literatura, cine, teatro, danza y artes pláticas, además de
conferencias y mesas redondas sobre la diversidad sexual, José María
Covarrubias dejó como herencia palpable tres libros que son el recuento de
esas jornadas: Exprofeso, recuento de afinidades, colectiva plástica
contemporánea, Diez años y va un siglo, y Una exposición,
varias exposiciones, un tiempo de inauguraciones. De este último hemos
extraído algunas opiniones en torno a la labor de Covarrubias.
Roberto González Villarreal, investigador:
“La Semana Cultural Gay, que año con año organiza el Círculo Cultural Gay que
dirige José María Covarrubias, ha sido uno de los pocos espacios de
discusión, y a veces el único permanente y público de la cultura y la
política de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y transgenéricos. En
muchos sentidos, la Semana ha sido un termómetro del movimiento GLBTT. Si
alguien hiciera un análisis de las fases del movimiento gay, la Semana
Cultural pudiera servir de guía, pues registra, promueve, acompaña,
problematiza y circula los temas de la agenda del movimiento gay y lésbico
primero y, ahora del GLBTT, y lo que se vaya acumulando.”
Francesca Gargallo, escritora:
“José María Covarrubias es en realidad el único crítico de la plástica
lésbica-gay del país y su mayor impulsor en México y en Estados Unidos.”
Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez A.C.:
“El
trabajo del Círculo Cultural Gay para organizar y llevar a cabo durante 15
años, de manera ininterrumpida, la Semana Cultural Lésbica Gay en el museo
del Chopo es el ejemplo más significativo de las distintas manifestaciones
que buscan visibilizar la existencia de la comunidad y demuestra que desde
la trinchera política-cultural se puede construir una cultura de respeto por
los derechos humanos de la comunidad lésbico-gay, bisexual y transexual y
demandar al gobierno que cumpla con su obligación de respeto y haga respetar
la dignidad de este sector de la población.”
Norma Mogrovejo,
investigadora:“La
Semana Cultural Lésbica Gay ha permanecido como uno de los principales
espacios de expresión y difusión de nuestra cultura dirigida hacia los
diversos sectores de la población. Así, las lesbianas han encontrado un
espacio para difundir su presencia y las actividades que realizan sus
diversos públicos. Año con año la Semana ha incluido un día específico para
analizar, discutir o presentar la producción política y literaria
lésbica...”
